DANDO DE VUELTA
Cuando plantamos un campo de maíz, lo que nos importa no es el producto abundante y excelente que queremos obtener; es el conocimiento que obtenemos del proceso de cultivo.
Porque somos una empresa orientada a la investigación, no a la venta de cultivos, al final de estos proyectos siempre terminamos con cientos y cientos de mazorcas de maíz. Solemos regalar algunas a nuestros familiares y amigos, y también las ponemos a la venta en la feria local, pero en muchas ocasiones nos gusta usar nuestro exceso de maíz como una forma de ayudar a la comunidad local. Estos son algunos ejemplos de lo que hemos hecho en el pasado.
2018
Durante el verano de 2018, donamos 500 mazorcas de maíz a un grupo de estudiantes franceses del Instituto Walla Walla, la idea era que las vendieran en una recaudación de fondos para apoyar su gira educativa por Francia e Italia de 2019. Los estudiantes pudieron vender docenas de cajas de maíz, ganando así unos pocos cientos de dólares para compensar el coste del viaje.
2020
A finales del verano de 2020, donamos 545 kilos de maíz a un banco de alimentos local. El banco pudo distribuir comida y el maíz a varias familias locales necesitadas, incluidas aquellas que perdieron sus trabajos debido a la pandemia del COVID-19.
Nos negamos a rociar nuestro maíz con herbicidas o pesticidas, porque las prácticas de cultivo sostenible son esenciales para nuestros valores fundamentales como empresa.
De acuerdo con el mandato del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para la reducción de la pérdida de nutrientes en un 30% para 2050, hemos minimizado nuestro uso del agua con nuestras tecnologías de automatización y control de humedad de vanguardia.
